Subiendo las cuestas de Toledo, paré en un banco a la sombra para respirar. Un anuncio me saltó en el móvil y decidí jugar unas manos de póker rápido. Estaba frustrado por mis últimas partidas donde perdí bastante, pero en
duospin ligué un trío de ases que me salvó. Gané el bote y recuperé la confianza y el dinero perdido. Fue genial poder comprar unos mazapanes extra para la familia con las ganancias.